El mesías disfrazado, seré yo, o el hermano cocinero, el sacristán... (continuará) tengo que atender a mi madre y luego a mi hermana...
El mesías disfrazado.
Había en un monasterio muchos monjes que rezaban, oraban, entonaban canticos, y atraían con su vida santa a muchos a su monasterio.
Paso algún tiempo y en el monasterio ya no había la misma alegría, canticos, oraciones...
El Abad preocupado por los pocos monjes que habitaban, en ese momento, el monasterio acudió a un anacoreta que oraba en una cueva por aquel entorno y le planteó la triste escena que le tenía preocupado.
Este escuchó atento al Abad.
Luego, dijo: El mesías está viviendo en vuestro monasterio, es uno de vosotros.
Ante tal reveladora afirmación, el Abad preguntó como sabré conocerlo.
A lo que el anacoreta dijo: Si, uno de vosotros es el mesías disfrazado.
De vuelta al monasterio se preguntaba. ¿Será el hermano sacristán, o el cocinero o el portero o seré yo? Tengo defectos pero si el mesías está disfrazado... no será fácil saber quien es.
Reunió a los monjes y les dio la noticia.
A partir de entonces y en previsión de averiguar la identidad del mesías comenzaron a prodigarse un trato amable, respetuoso, llenos de alegría y caridad entre ellos.
Empezaron a acudir al monasterio personas del modo que lo hacían al principio. Se animaron jóvenes a vivir en común con los monjes y al cabo de un tiempo recobró la vida y la alegría que había perdido, con la incorporación de nuevos monjes.
En conclusión, el mesías está entre nosotros disfrazado. No lo reconoció Magdalena, ni los de Emaús, ni los once, hasta que les abrió los ojos.
¿Somos nosotros capaces de reconocer que está entre nosotros?
Homilía del capellán en la misa del gallo
La homilía de la Epifanía del párroco de El Salvador ha sido la unidad de los cristianos: el significado de ortodoxos, evangelistas y católicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario